miércoles, 9 de junio de 2010

¿QUÉ SERÉ?

Ya estaba claro que era una vaca distinguida así que decidí seguir mi camino sin preocupaciones. 

Cuando llegué a Tournash, un pueblo muy pequeño, sólo había animales de gran raza y no me sentía a gusto. Decidí seguir caminando en busca de algún lugar más acogedor.

Llegué a Egoistalandia, otro pueblo del que me tuve que marchar, ya que todos animales eran tan egoistas que no querían verme por allí. Entonces comprendí el nombre del pueblo.

Decidí seguir buscando un lugar donde todos los animales fueran felices, y encontrar una familia que me quisiera.

Caminé durante muchos días y pasé muchas calamidades, pero mereció la pena.
A lo lejos ví el cartel de un pueblo llamado Simpaticalandia. Por su nombre me gustó y decidí probar, a ver cómo me trataban allí. Fue uno de los días más felices de mi vida, porque me abrieron todas las puertas y me acogieron como a una hija. Llevaba mucho tiempo sin sentirme tan feliz y, por supuesto me quedé para no irme jamás.

CELIA ALBALAT GRANADOS (6º C)


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