De camino encontré un circo. Pensé que podría participar en el circo, y así lo hice.
Entre por la puerta y apareció un caballo blanco y con un pelaje muy luminoso.
- Hola, ijijiji..., me llamo Juan ¿ Y tú?-preguntó.
- Yo, Clarisa.- respondí.
Entonces entró un hombre que dijo:
- Oh, que vaca tan bonita, me servirá para mi gran número.
Y desde entonces vivo en el circo.
Y ya no soy una simple vaca, sino que soy '' Clarisa la maravillosa''.
MIRIAM ROMERO FERNÁNDEZ (6º C)
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