jueves, 10 de junio de 2010

LA VACA CON "CUERNO"

Ya estaba claro que era una vaca distinguida. Así que me fui a buscar a mis padres y les grité:

Soy una vaca diferente, quiero que sepais algo: he ido al bosque y me he mirado mi cuerpo y he visto que tengo un cuerno. Ninguna vaca lo tiene; sin embargo, yo sabía que los toros tenian cuernos, pero las vacas no.

Mi madre me dijo que no era una vaca, sino un toro diferente, porque sólo tenía un cuerno.

El otro, ¿dónde estaba?

Mi padre me dijo que era aún muy pequeño pero sería verdad lo que me dijo. ¿Era mentira todo lo que decía, o será que solamente tengo un cuerno?

Mis padres me estarán diciendo la verdad.

CONTINUARÁ

CARMEN PASTOR VIDAL (6º C)


¿QUÉ SERÉ?

Yo estaba en el campo corriendo después de saber que era una vaca. Estaba hecho polvo, así que corrí en busca de mi madre.

Cuando la encontré le empecé a pegar voces hasta que me harté, y decidí escaparme de el bosque y corrí y corrí hasta llegar a un pequeño pueblo.

El pueblo era muy bonito, pero había toros y más vacas de mi especie y como dije que no iba a ser una vaca corriente cogí y me puse a andar a dos patas como una persona. ¡Las dejé impresionadas! Me fui cantando “soy una vaca lechera y no soy una vaca cualquiera”

Llegué a una pradera impresionante, todo verde.

A lo lejos había una tierra muy fina y también había agua. ¿Qué era? Era el mar. Corrí, salté, me revolqué, y por supuesto me bañé. Aquí me quedé a vivir en la playa.

JOSÉ ÁNGEL ROJAS CRUZ (6º C)


LA VACA DIFERENTE

Como ya estaba claro que era una vaca, decidí ir a buscar vacas como yo.

En La Carlota, ni en Écija. Así que me fui al prado y me eché una gran siestorra, que al final me desperté al día siguiente.

Me monté en un coche sin que se dieran cuenta (cosa que me resultó bastante difícil).

Cuando me di cuenta ya estaba en el País Vasco. Allí conocí a dos vacas que, con el tiempo, me di cuenta de que eran vacas etarras, que se llamaban Armando y Bumm.

Cuando reflexioné me dije a mí misma:

No soy diferente, soy un poco tonta.

FRANCISCO LEBRÓN CRESPÍN (6º C)


¿QUÉ SERÉ?

Ya estaba claro que era una vaca distinguida. Así que decidí irme a otro lugar.

Comencé mi viaje y tras el viaje intenté andar solo con las patas de delante. Hasta que un día aprendí a andar solamente con las patas de delante.

Un día un hombre me vio andando con las dos patas de delante y me fui con él. Era un hombre rico que vivía en un palacio.

Cuando vi el palacio me quedé impresionada, pero más impresionada me quedé cuando vi más vacas y me di cuenta de que era mi familia.

Todos los de mi familia sabían andar con las patas de delante.

En el palacio hicimos muchas cosas pero lo que más hicimos fue hacer espectáculos para niños.

SERGIO ESCRIBANO PRIETO (6º C)


LA VACA FAMOSA

Ya estaba claro que era una vaca distinguida. Así que salí a jugar con los demás animales de la granja. Jugué con los cerdos, los pollitos, los potrillos…

Después me llamó mi madre para merendar, merendé y seguí jugando. Jugamos a la pelota, al escondite, al parchís, a la oca…

Me llamó mi madre para cenar, cené y me acosté.

A la mañana siguiente me fui a la ciudad y me convertí en una actriz de cine.
¡Por fin había cumplido mi sueño!

Visité muchos países, me trataban como una diva, me alojaba en los mejores hoteles y tenía una limusina para mí sola.

Rodé una película llamada “La pelea de las vacas” (yo era la protagonista), esa fue mi primera película.

Rodé otras más como por ejemplo “Las vacas zombi”, “La vaca que se comía a las personas”, etc.

Mis películas fueron muy famosas y gané mucho dinero.

RAFA GAVILÁN GÓMEZ (6º C)

¿QUÉ SERÉ?

Ya estaba claro que era una vaca distinguida. Así que entré en la casa blanca y vi a un anciano sentado en una mecedora, y le pregunté:

- Hola, ¿quién eres?

El anciano me respondió:

- Soy Mariano, tú debes ser la cría de Marisol.

Supuse que Marisol sería mi madre y salí de la casa. Fui buscando por la cuadra y no encontré ninguna vaca, y pregunté a un caballo:

- ¿Has visto a la vaca Marisol?

El caballo me respondió:

- Sí, está en el prado.

Fui al prado y allí encontré a mi madre Marisol.

Me llevó a la ciudad y allí me di cuenta de que no me gustaba la ciudad, porque había mucho ruido y decidí volver a casa.

Allí acabé siendo la jefa de todo.

ÁNGELA GONZÁLEZ CEPEDELLO (6º C)


miércoles, 9 de junio de 2010

UN DÍA SIENDO VACA

Ya estaba claro que era una vaca distinguida. Así que me levanté de la cama y fui al bosque a buscar algo de comida. Allí me encontré a una oveja llamada Remedios y a un cerdito llamado Pepón y les pregunté que si se creían que era una vaca vulgar. Ellos me dijeron entre carcajadas:

- Mira vaca, lo vulgar y lo no vulgar no se ve a simple vista, sólo se ve al tratar a una persona ¿vale? Nosotros no queremos que te ofendas, porque para nosotros eres una amiga más y no nos pareces vulgar sino que muy especial.

- Muchas gracias amigos, me habéis levantado el ánimo y... el apetito. ¿Queréis que busquemos algo de comer y luego jugamos?

- Vale.

- Iremos detrás de esos árboles, he visto un campo lleno de hierba y un barranco para ti Pepón, que se que te gusta.

Allí en aquel campo jugamos, charlamos, comimos y nos disfrazamos de aquellos animales que nos hubieran gustado ser: a Remedios una coneja, a mi un precioso caballo y a Pepón un cisne.

Ya llegó la noche y cada uno nos fuimos a nuestra casa a dormir, pero antes, a Pepón se le ocurrió una idea: hacer una fiesta de pijamas.

A los tres nos pareció una buena idea, así que fuimos a coger nuestros pijamas y nos fuimos todos a la casa de Remedios, la oveja.

 VICTORIA PULIDO ESCRIBANO (6º C)

¡YO NO SOY UNA VACA VULGAR!

Ya estaba claro que era una vaca distinguida. Así que me fui a los chinos y me compré unos pantalones y una chaqueta tamaño XXXXXL y una peluca morena. Me lo puse todo y me fui a dar un paseo. 

Al rato sentí hambre y pensé, “Voy a comer algo como............. pasto”, pero no me lo comí porque eso es lo que haría una vaca vulgar. Así que me fui al Macdonals a comerme una hamburguesa con una coca-cola. 

Como estaba aburrida me fui a comprarme una película, bueno la cogí prestada para siempre o sea la robé. 

Al final me descubrieron y me metieron en la cárcel. Fui la primera vaca encarcelada. 

ELOY ROLDÁN VALMIZA (6º C)
Ya estaba claro que era una vaca distinguida. Así que decidí escaparme de Balanzategui, mi lugar de nacimiento, y escaparme e irme a vivir solitariamente y a conocer todos los lugares del mundo. Así que decidí ir a un viejo molino solitario.

- ¡Ya sé! - exclamé- , me quedaré a vivir en el molino. Se llamará Casalino.

Era un lugar lleno de ratas rabiosas y arañas venenosas y dije:

- Estos serán mis amigos y me quedaré a vivir aquí para siempre.

FRANCISCO J. DE LA ROSA MATA (6º C)


¿QUÉ SERÉ?

Ya estaba claro que era una vaca distinguida. Así que fui a un palacio enorme con caballos bien cepillados de dientes, que tenían todo el césped que rodeaba el palacio para tenderse.

Me encantó el palacio, el césped y el perfecto cepillado de los caballos, pero había un problema, que no había nadie de mi especie, así que decidí volver al lugar de mi nacimiento.

Allí me encontré a mi madre, y me estuvo contando que no tenían donde vivir, y que mi padre estaba buscando dónde vivir.

A los pocos días, papá toro regresó al bosque con una noticia. Era que se iban a vivir con su familia, así que se pusieron rumbo a su destino. Cuando llegamos, nuestra familia tenía una mala noticia, era que le habían robado la casa.

Después de unos días de buscar casa nos encontramos con un grandísimo palacio y fuimos hacia allá, nos recibieron con mucha amabilidad, y nos quedamos a vivir allí…


JOSÉ ANTONIO CARMONA SÁNCHEZ (6º C)

¿QUÉ SERÉ?

Ya estaba claro que era una vaca distinguida. Así que me fui a la ciudad de al lado.

Allí estaba el centro comercial en el que me compré un sombrero y unas gafas de sol. Me fui al McDonald's en el que me compré una hamburguesa con queso y mostaza, después me fui al parque y a la tienda de chuches en la que me compré 2 $ de chuches.

También me fui al campo de fútbol del Real Madrid, en el que me nombraron mascota del equipo, y por último me fui a un hotel en el que he decidido quedarme para siempre.

JUAN LUIS GARCÍA PEDRAZA (6º C)


¿QUÉ SERÉ?

Ya estaba claro que era una vaca distinguida. Así que decidí ir por los caminos de la gente importante, y hacerme notar. Quería ver mundo, así que me fui primero, arriba de un tren, hasta Italia, donde conocí que la pizza era buenísima, a pesar de que tuve que derribar a una patrulla de policía para cogerla. 

Por ese problemita de ser una vaca no podía entrar en locales ni restaurantes, y me fui a Las Vegas, donde todo está permitido. 

Al llegar allí, vi que no había una sola vaca, y me quedé. En una partida de cartas, gané un millón de euros, y me construí un chalé en Cuba. Tuve que ir allí para conseguirlo, y estuve hablando con los constructores, que me cayeron muy majos, pero hablaban así:

-Ziquía, ¿adónde vas?

Yo que no entendí ni papa, dije:

-Muuuu...

Al constructor le gustó mi lenguaje, y se puso un vestido a manchas negras y blancas. Iba diciendo por ahí:

-Muuuu...Muuuu...

A mí me gustó que quisieran ser como yo, eso me hizo comprender que soy distinta a las demás. ¿Qué vaca creó un nuevo lenguaje en Las Vegas? Que yo sepa ninguna.

Aquel día me invitaron a una fiesta por la noche, y yo me fui a mi chalé, me peiné el pelo, me limité las manchas, me puse derechos los cuernos y me vestí con un vestido dorado, con un velo amarillo y zapatos a juego.

Al llegar a la fiesta, me recibieron con un té inglés, y con galletitas rellenas de virutas de chocolate.

Después, nos pusimos a bailar en mitad de la pista, y dieron el trofeo a la que mejor mugía. El premio me lo llevé yo. Mi amiga Tolón Tolón, que me acompañó al viaje, mugió muy bien, pero fue un mugido pequeño, y no muy notado.
Cuando pasaron dos meses, me fui y me encontré en Granada, Andalucía (España).

Allí pude observar monumentos musulmanes, casas con un patio en medio, palmeras, sitios de rezo... Todo era precioso. Me fui a Córdoba, y me quedé sorprendida. Vi la Mezquita, el Alcázar, el Castillo de Almodóvar... 

Al final, me quedé en ese maravilloso sitio donde había tantas formas de aprender, jugar y pasarlo bien... Aunque mi amiga Tolón Tolón se quedó arriba del tren, ¿lo estará pasando bien?

(Y mientras se escucha a lo lejos)

-Muuuuuuu...Muuuuuuu...

Bueno, al menos le ha servido para saber mugir.

-Muuuu...Muuuu...

AZAHARA MENOR RINCÓN (6º C)

¿QUÉ SERÉ?

Ya estaba claro que era una vaca distinguida. Así que pensé:

- Pero no puedo ser una vaca normal, no, buscaré a Miel.

Miel es una abeja con ese nombre, es mi mejor amiga desde mi nacimiento, y decidí acudir a su ayuda.

De camino a Fairys, el pueblo en el que vive Miel, me encontré con un pato, le pregunté su nombre, y él contestó:

- Mi nombre es Fablio y voy de camino a Fairys a por miel para mi familia.

En ese momento pensé que si nos uníamos Miel, Fablio y yo me ayudarían a hacer realidad mi deseo.

De camino, nos encontramos con una mariposa que volaba por allí y le preguntamos su nombre:

- Mi nombre es Lidia, soy muy presumida y siempre voy bien vestida.

Junto a ella llegamos a Fairys donde en la puerta estaba Miel, ellos me ayudaron a realizar mi deseo, y a realizar uno más,”tener amigos”.

ALICIA HIDALGO GARCÍA (6º C)


Ya estaba claro que era una vaca distinta. Así que empecé a andar por el campo y cuando me di cuenta estaba en la ciudad.

Cruzaba la calle cuando el semáforo estaba en rojo, me paraba en medio de la calle, la gente me gritaba, saltaba por encima de los coches, pues como acababa de nacer no sabía las normas de la ciudad.

Mientras, en la granja todos me estaban buscando, pero no me encontraban por ningún lugar. Esa misma tarde el dueño de la granja fue a la ciudad a hacer unas compras y en la entrada de un supermercado me encontró. Estaba muy triste porque no sabía dónde ir. Mi dueño me cogió y me dio de comer y me llevó a la granja con mis padres y nunca más me separé de ellos.


 MIGUEL ÁNGEL CARMONA DEL MORAL (6º C)


LA VACA QUE NO QUERÍA SER VACA

Ya estaba claro que era una vaca distinguida. Pero en ese momento me encontré con búho que aseguraba ser un mago sapiente del bosque, y me dijo seguidamente de su cantar:

- Hola, ¿cómo te haces tú llamar?

- Pues verás, en realidad no se cómo me llamo, pero tampoco se muy bien qué animal soy, creo que soy una vaca -respondí un poco confundida. -Ya que eres tú un mago me podrías conceder dos deseos. 

Y él me contestó que sí, que cuáles eran. Yo le dije:

- El primero, ser un mamífero que nade, un delfín. El segundo, ser un animal que pueda volar, un alcón.

- Vale te lo concedo ya. “Ojos de rana, que dices nadar, que todo lo que te pido se haga realidad.

Poooooooooooooooooooooooooooooooooooooooommmmmmm.



Se escuchó un ruido atronador, pero me miré las patas y vi las de un ave, un ave que tenía alas y era capaz de volar …... pero después....

Piummmmmmmmmmmmmmmmmiu

Se escuchó caer un rayo y aparecí en el mar. Supuse que …..que era un delfín. Bueno, más bien tenía la capacidad de los delfines..... Mi sueño se había hecho realidad.



ANA HERMÁN MARTÍNEZ (6º C)


LA VACA DISTINGUIDA

Ya estaba claro que era una vaca distinguida. Así que abandoné esa bazofia de granja y me fui a recorrer mundo. Bueno, unos veinte kilómetros a la redonda.

No sabía exactamente qué rumbo tomar, pero no fui andando, ni mucho menos. ¡A las vacas distinguidas se les lleva a donde quieran! Entonces cogí el primer coche y me monté en el remolque y dije:

-Así está mejor, lo de andar es vulgar.

Y fui sin rumbo hasta que me dio la gana, bueno hasta que vi luces y cosas brillantes: la ciudad.

Era mucho mejor la ciudad, pero estaba cansada y no permitiría quedarme a dormir en la calle, así que fui al hotel cercano de más estrellas y entré por la puerta principal.

Como todo el mundo estaba a su bola me fui a la primera habitación que pillé.

¡Por toda la leche del mundo! ¡Qué lujo!

Las camas eran de agua y había una bandeja de frutas en la cocina. Yo creo que la habitación ya estaba ocupada, pues había maletas y ropa, pero aproveché para ponerme un bonito vestido y maquillarme; de forma que...nadie sabría si soy una vaca.

Salí a la calle y vi un perro vagabundo, pasé de largo y lo ignoré, soy muy distinguida y nada de vulgar. Pero vi un club que decía llamarse “La Crème Repiè”. Me pareció refinado así que entré.

Nada más entrar me encontré con otro grupo de vacas parecidas a mí: muy arregladas, refinadas y prepotentes. Me acerqué a ellas y les charlé. Al oír mi historia me aceptaron rápidamente, y pasé el mejor día de mi vida con ellas.
¡No soy VULGAR!

JESÚS CASTELLANO CURADO (6º C)

¿QUÉ SERÉ?

Ya estaba claro que era una vaca distinguida así que decidí seguir mi camino sin preocupaciones. 

Cuando llegué a Tournash, un pueblo muy pequeño, sólo había animales de gran raza y no me sentía a gusto. Decidí seguir caminando en busca de algún lugar más acogedor.

Llegué a Egoistalandia, otro pueblo del que me tuve que marchar, ya que todos animales eran tan egoistas que no querían verme por allí. Entonces comprendí el nombre del pueblo.

Decidí seguir buscando un lugar donde todos los animales fueran felices, y encontrar una familia que me quisiera.

Caminé durante muchos días y pasé muchas calamidades, pero mereció la pena.
A lo lejos ví el cartel de un pueblo llamado Simpaticalandia. Por su nombre me gustó y decidí probar, a ver cómo me trataban allí. Fue uno de los días más felices de mi vida, porque me abrieron todas las puertas y me acogieron como a una hija. Llevaba mucho tiempo sin sentirme tan feliz y, por supuesto me quedé para no irme jamás.

CELIA ALBALAT GRANADOS (6º C)


CLARISA, LA MARAVILLOSA

Ya estaba claro que no era una vaca vulgar. Así que emprendí mi viaje a la gran ciudad.

De camino encontré un circo. Pensé que podría participar en el circo, y así lo hice.

Entre por la puerta y apareció un caballo blanco y con un pelaje muy luminoso.

- Hola, ijijiji..., me llamo Juan ¿ Y tú?-preguntó.

- Yo, Clarisa.- respondí.

Entonces entró un hombre que dijo:

- Oh, que vaca tan bonita, me servirá para mi gran número.

Y desde entonces vivo en el circo.

Y ya no soy una simple vaca, sino que soy '' Clarisa la maravillosa''.





MIRIAM ROMERO FERNÁNDEZ (6º C)

LA VACA PIJITA

Ya estaba claro que era una vaca distinguida. Así qué decidí dar una vuelta por la granja para ver a sus habitantes.

Como hacía calor me puse mi pamela rosa



que me favorecía mucho con las gafas de sol
y los dos lazos de lunares verdes


que me había colgado en mi lindo rabo. Después de conocer a los habitantes decidí dar un paseo por el prado y tomar un poco el sol.

Cuando estaba descansando en mi hamaca y a la vez tomando un refresco, oí unos gritos y apareció una señora vaca llamada Flora que se dirigió a mí y me dijo:

- ¿Dónde te habías metido? Te he buscado por todas partes.

Entonces yo pensé: "Esta señora me debe de conocer".

Y la señora Flora me contestó:

-Anda cariño vamos para casa que ya es tarde.

Y yo le volví a decir:

-Perdona señora y usted, ¿quién es?



Y Flora contestó:

- ¿Cómo que quién soy? Soy tu madre.  Anda cariño, vámonos para casa que de tanto tomar el sol estás perdiendo la memoria.

CELIA FERNÁNDEZ SÁNCHEZ (6º C)